Caracas, abril 16, 2002, Denuncias de
la implicación de la CIA de Estados Unidos en la asonada militar en Caracas y la advertencia de que los opositores volverán
a intentarlo, acaparan la atención de medios informativos internacionales y denuncias y criticas de embajadores venezolanos.
Un articulo del diario mexicano La Jornada cita a una agencia privada de inteligencia
norteamericana cuando reveló Nuestras fuentes en Venezuela y Estados Unidos reportan que la CIA tenia conocimiento y posiblemente
hasta apoyó a los civiles ultra conservadores y oficiales militares que (intentaron derrocar al presidente Hugo Chávez).
La compañía norteamericana Stratfor formada por ex agentes de inteligencia y analistas
políticos indica que los opositores venezolanos respaldados por la CIA planearon el golpe originalmente para el 27 de febrero
pero fueron convencidos de abortar el intento, bajo presión del gobierno de George W. Bush.
Añade el diario que existían dos proyectos paralelos sobre un ataque a la administración
de Chávez, uno de la CIA y otro del Departamento de Estado norteamericano.
La aseveración de Stratfor, firma suministradora de análisis a la Economist Intelligence
Unit y al Foro Económico Mundial de Davos, parecio inicialmente en The Washington Post.
Por su parte, el columnista Carlos Fazio denuncia en La Jornada que lo acontecido en Venezuela
la semana pasada constituyó un golpe de estado clásico, de ultraderecha, de factura estadounidense y con todo el respaldo
de la Casa Blanca.
Fue un golpe con olor a petróleo y a reacomodos geopolíticos continentales. El siguiente
objetivo era Cuba. No queda duda. Ni un solo barril a la isla4, fue el guiño a Washington de los golpistas a través del fugaz
gerente de suministro de Petróleos de Venezuela, Edgar Paredes, subraya.
Fazio apunta que detrás de los sucesos se adivina la mano de Otto Reich, ex embajador
estadounidense en Caracas y actual asesor de Asuntos Interamericanos de la administración Bush.
Un viejo halcón ligado a la CIA y a la mafia terrorista cubano-estadounidense de Florida,
precisa.
Opina, asimismo, que el conflicto vivido por el país andino muestra una vez mas a los
poderes fácticos en acción, a los oligarcas vernáculos y sus socios del exterior recurriendo a la fuerza en nombre de la democracia.
El drama venezolano -comenta- expuso también otra cara: La de los medios masivos. La de
la indignidad intelectual. La del desprecio por los mas limpios valores. La del odio a la inteligencia, a la información,
al libre examen, a la cultura.
Una jauría desenfrenada y concertada de "comunicadores", incluidos los de algunos noticiarios
mexicanos, durante varias horas exhibieron sus rencores y sus fobias. Incapaces para el análisis, calumniaron, difamaron,
recuerda.
El periodista sostiene que el golpe fue largamente preparado. Fracasó, sí, Pero volverán
a intentarlo, advierte.
Por su parte, desde Washington, el diario The New York Times informó que funcionarios
de alto rango del gobierno de Estados Unidos reconocieron haber mantenido reuniones en varias oportunidades con lideres del
efímero golpe de estado a Hugo Chávez.
Los representantes de la administración de George W. Bush coincidieron con ellos en que
el gobernante venezolano debería ser desalojado del poder, informo este martes el diario "The New York Times" citando a funcionarios
del gobierno.
Pero las propias fuentes -que no son identificadas por el rotativo- difirieron en sus
declaraciones sobre lo que Estados Unidos dijo a los opositores a Chávez en torno a los mecanismos aceptables para derrocarlo.
Un alto funcionario involucrado en las discusiones insistió en que deberían utilizarse
medios constitucionales, como un referendo, para destituir al mandatario sudamericano, reportó la edición electrónica del
Times.
Pero, un ejecutivo del Departamento de Defensa, mencionado por el rotativo dijo que el
mensaje del gobierno de Bush no fue tan categórico.
"No desanimamos a la gente"."Enviamos señales informales, discretas, de que no nos gustaba
ese tipo. No dijimos algo como, 'No, no se atrevan', pero tampoco estuvimos recomendando algo como 'aquí tienen armas, los
ayudaremos a derrocar a este tipo'. Eso no lo hicimos", aseguró.
"Se ve claramente que hubo contactos previos entre nuestro país y los golpistas y hasta
donde se hicieron recomendaciones o se dio luz verde a los planes de estos no queda claro, pero lo mas importante es que el
gobierno (norteamericano) no estaba ajeno y no mostró inconformidad ni intento disuadirlos", sentencio un analista.
Las medidas del gobernante de 47 años, que amenazaron a los latifundistas y a la gran
empresa en beneficio de las mayorías venezolanas, completaron el cuadro de desavenencias de Washington hacia el proyecto político
chavista.
Analistas recuerdan que Estados Unidos había negado conocer con anticipación el plan del
golpe, como lo han sugerido allegados a Chávez.
Sin embargo, el gobierno de Bush no escondió su complacencia cuando los militares sacaron
del poder al presidente venezolano la madrugada del viernes de la semana pasada, ni su desagrado cuando fue reinstalado en
su cargo el domingo último.
En tanto, desde Managua, Miguel Gómez, embajador de Venezuela en Nicaragua, denunció
que detrás del intento de golpe de estado en su país está el ex presidente Carlos Andrés Pérez, prófugo de la justicia por
actos de corrupción.
Según Prensa Latina, Gómez precisó que las relaciones del presidente de facto Pedro Carmona
con el ex mandatario siempre se proyectaban por desestabilizar la nación.
Por ello, comentó el diplomático, "no descarto que la intención era, de haber progresado
el derrocamiento del mandatario Hugo Chávez, regresar al poder a Carlos Andrés Pérez".
Para Gómez el plan estaba montado y puso como ejemplo que al momento de anunciarse la
asonada "apareció el ex gobernante en distintos medios de Estados Unidos -nación que lo protege- reconociendo la acción contra
Chávez y anuncio su regreso a Venezuela para ayudar a establecer un gobierno democrático".
También responsabilizó como "otro complotado contra el poder constitucional" a Alfredo
Peña, alcalde de Caracas, quien ordenó la masacre contra una manifestación pacifica en respaldo a Chávez.
Los primeros mártires de esa gesta fueron defensores de la Republica Bolivariana de Venezuela,
asesinados por Policías Metropolitanos.
Comento que estaban vestidos de civil con Pena al frente, "ese fue un hecho comprobado
por nuestras autoridades" y explico además que este "se puso a disposición de la oposición en la acción golpista". Esto no
excluye que otras fuerzas contrarias del alto empresariado venezolano, la oligarquía e intereses externos tengan una alta
cuota de responsabilidad en la intentona por desestabilizar la nación sudamericana, argumentó.
Prensa Latina reporta además desde Bogota que la cancillería colombiana expresó su 'sorpresa'
y 'extrañeza' por las declaraciones del embajador venezolano Roy Chaderton , quien se refirió a la existencia en su poder
de una eventual lista integrada por miembros de alto nivel del gobierno de Colombia y empresarios nacionales que saludaron
la circunstancial ruptura del orden constitucional en Venezuela.
La canciller encargada Clemencia Forero consideró que el enunciado de la supuesta lista
constituye "una velada amenaza contra la base gubernamental y social de la relación estatal bilateral".
Según Ferrero, Colombia nunca hizo una valoración negativa de los acontecimientos ocurridos
en Venezuela, y este país siempre ha estado animado por el interés de trabajar conjuntamente para mantener una relación de
cooperación con la vecina nación andina.
No obstante, Chaderton señaló que el gobierno de Venezuela evalúa la posición asumida
por funcionarios de la administración colombiana durante el reciente golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez.
El diplomático cuestionó la actitud de algunos ministros colombianos que inmediatamente
reconocieron al gobierno golpista de Pedro Carmona, y comentó a medios de prensa que ya notificó a Chávez sobre esos "pronunciamientos
molestos".
También el Partido Comunista Colombiano (PCC) pregunto ?Que va a hacer la Cancillería
colombiana luego de haber reconocido, en declaraciones de la viceministra Clemencia Forero, a la supuesta nomenclatura oficial
de Carmona?
El PCC critica además al ministro de Hacienda, Juan Manuel Santos, quien celebro públicamente
la detención de Chávez, y se apresuro a subrayar que "con Carmona se abrían grandes posibilidades de negocios".
Asimismo el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, Fernando
Tapias, y el candidato presidencial derechista Álvaro Uribe aplaudieron la transitoria suspensión del mandatario venezolano.